Máximum - Refugio 27

REVIEW

Nuestra primera vez en un escape Máximum, íbamos con mucho ‘hype’ ya que nos decían que se gastaban mucho dinero en cada una de sus salas. Escogimos Refugio 27 porque en un ranking la vimos por encima de las demás salas Maximum y porque era la que, por temática, nos llamaba más la atención.

Al llegar al sitio ya nos dió el primer bajón de la tarde, ya que con una cristalera inmensa, se veía dentro la ‘sala de espera’, donde nos iba a recibir una chica, que sin ningún tipo de ganas, nos hizo esperar y rellenar formularios, sentados en unas butacas. Tan pronto como acabamos de rellenar aquella morralla, nos hicieron esperar un poco más (sí, más) y después de golpe, un personaje haciendo de GM quiso hacer una especie de obra de teatro, que no se lo creía nadie, como forma de inmersión.

Una vez dentro de la sala, se vió una ambientación brutal - era cierto todo aquello que nos decían - y pudimos disfrutar mucho de la manera en la que iba transcurriendo la historia y las pruebas. Todas las pruebas estaban muy marcadas y eran muy originales, tanto tecnológicamente como ingeniosamente, pero tenemos que decir, que la gran mayoría de estas las tenía que solucionar una persona o dos, por tanto, los demás sólo podíamos mirar.

La fluidez en este Room destaca por inexistente, ya que cada prueba estas un rato dándole a la cabeza, pero no por dificultad, sino porque son muy quisquillosas.

El Game Master solo aparece para dar pistas y poco más, así que es difícil poder valorar su actuación. Y por último el desenlace fue muy bueno, porque era diferente a todos los que hemos hecho, pero nos da que pensar, que si han sido capaces de hacer una sala final de desenlace, podrían haberle sacado más partido.

En general el escape room no es malo, pero hubieron cosas que nos defraudaron mucho, y eso hizo que saliéramos con malas sensaciones: el precio se sale de los márgenes que normalmente se paga en este mundillo, la game master que nos tocó era una niña que parecía no tener ganas de trabajar (no nos pareció nada profesional), pruebas demasiado quisquillosas, 3 pruebas rotas, entre otras cosas…

Como conclusión podríamos decir que por mucho dinero que le pongas a una sala, si no se hace con ilusión no llegará a ningún lado. Para nosotros fue un saca-cuartos.